PLAZA DE BOLONIA
Año del proyecto 1996
Arquitecto/s Luis García Gil
Félix Garrido Morán
Procedimiento Encargo directo de la Universidad de Salamanca.
Modificado al proyecto ganador del concurso público
Ejecución. Empresa 1996-1997. Dragados y Construcciones, S. A.
Presupuesto. Financiación 41.873.647 ptas. (251.665€ IVA excluido).
Universidad de Salamanca
Inauguración 15 de mayo de 1998
Superficie construida 6.104 m2
Dirección Plaza de la Universidad de Bolonia, s/n. 37007 Salamanca

El proyecto del área jurídico-social de García Gil y Hernández de Goncer contemplaba la creación de una plaza entre Derecho y el Edificio F.E.S., delante de la biblioteca, pero su ejecución se retrasó hasta la finalización de los edificios. El 25 de marzo de 1996 la Universidad de Salamanca solicitó a García Gil y Garrido Morán la redacción de un modificado del proyecto, con una propuesta de plaza que redefiniera el espacio. De la obra se hizo cargo Luis Ferreira, recién incorporado como arquitecto en la Unidad Técnica, y se terminó en septiembre de 1997. Su inauguración todavía se retrasó unos meses, contando con la presencia del rector de la universidad de Bolonia, además de Ignacio Berdugo, rector de Salamanca.

Dentro del gran rectángulo de la plaza (109 x 56 m), se conciben dos zonas de desigual tamaño: una más amplia con césped y otra adoquinada, con bancos y árboles. Las separa un camino que conduce a una estructura metálica en forma de prisma de 12 m de altura con vocación escultórica de hito. Junto a él se colocó un estanque, cuya agua corriente discurría canalizada por la pendiente en varios vasos o cubetas, con la intención de incorporar el frescor y la acústica relajante del agua.

A partir de su conclusión se ha convertido en el ágora ajardinada del campus, al tiempo que se ha ido enriqueciendo con otros elementos, como el Bosque Conmemorativo de Árboles Singulares, proyecto inaugurado en 2011 para celebrar eventos relevantes mediante la plantación de nuevos ejemplares provistos de placas conmemorativas. También allí se ha trasladado el totem del VIII Centenario, que estuvo en el Patio de Escuelas. No obstante, la huella del tiempo también ha dejado efectos perversos, con la fuente inutilizada, convertida en foco de suciedad por el estancamiento del agua.