FACULTAD DE FARMACIA
Año del proyecto 1978-1980
Arquitecto/s Julio Cano Lasso
Ignacio Mendaro Corsini
Procedimiento Encargo directo del Ministerio de Educación y Ciencia
Ejecución. Empresa 1980-1984. Ferrovial
Presupuesto. Financiación 230.000.000 ptas. (1.382.328€)
Inauguración Octubre de 1984
Superficie construida 20.220,72 m2
Dirección Calle Licenciado Méndez Nieto, s/n. 37007 Salamanca

Esta Facultad fue el primer edificio que se levantó en el futuro Campus Unamuno, siendo decisivo en esta elección el emplazamiento en 1970 del Hospital Clínico. Se desligó así esta disciplina de la Facultad de Ciencias, con la que se vinculó al crearse en 1971, dando inicio al campus biomédico.

Cano Lasso estudió con detalle, como era habitual en él, el impacto que tendría en el perfil de la ciudad la nueva construcción junto a la ribera del Tormes. El alejamiento del casco histórico le permitió, sin embargo, una mayor libertad creativa en los volúmenes y prescindir del uso obligado de la piedra de Villamayor, que sustituyó por un ladrillo estrecho y de color apagado para abaratar costes, dando lugar a una de las mejores obras del racionalismo español en este material.

El edificio se configura en módulos mediante la yuxtaposición de bloques articulados funcionalmente a partir de varios claustros, en lugar de uno solo como había sido lo tradicional en la tipología universitaria. En ellos persigue también la fusión de arquitectura y naturaleza. Desde un simbólico atrio orientado al norte, se accede a un amplio vestíbulo de doble altura iluminado por octógonos cenitales, que da paso al salón de actos y a la biblioteca, organizada en dos cuerpos alrededor de un vacío cuadrangular. A la izquierda se disponen los servicios generales y a la derecha las aulas y cafetería en torno a un patio mayor. Más al oeste destaca por su altura el bloque departamental, perforado por un espectacular octógono central, iluminado también desde el techo, del que arrancan las escaleras y los corredores con los despachos y seminarios.

Exteriormente, el ladrillo dota de unidad al conjunto, integrado por una variedad de volúmenes nítidos y, al mismo tiempo, esculturales, en los que adquiere gran relevancia la cuidada distribución de profundos huecos y zonas acristaladas, alternadas con las ciegas.