FACULTAD DE MEDICINA
Año del proyecto 1973-1983
Arquitecto/s Antonio Fernández Alba
Procedimiento Encargo directo de la Universidad de Salamanca
Ejecución. Empresa 1979-1987. Fomento de Obras y Construcciones
Presupuesto. Financiación 500.000.000 ptas. (3.005.061€). Ministerio de Educación y Ciencia
Inauguración 26 de enero de 1990. Apertura en 1988
Superficie construida 18.976,21 m2
Dirección Calle Alfonso X el sabio, s/n. 37007 Salamanca

La Facultad de Medicina, con un origen tan centenario como la propia Universidad, se instaló en 1903 en la Hospedería del antiguo Colegio del Arzobispo. Las sucesivas reformas y ampliaciones del inmueble para cubrir las necesidades crecientes de esta disciplina, con cátedras muy especializadas y numerosos alumnos, resultaron insuficientes y, en los años 70, se planteó la construcción de un edificio de nueva planta en las inmediaciones del Hospital Clínico, ubicado finalmente al norte de la Facultad de Farmacia.

Su ejecución se prolongó durante más de una década por problemas de cimentación y presupuestarios, que exigieron modificaciones en el proyecto inicial diseñado por Fernández Alba, sin llegar a alterar sus líneas esenciales. Este arquitecto optó por una propuesta funcional ajena a la tradicional solución claustral y, para dar cabida al complejo programa de necesidades elaborado por el decanato, aplicó una tipología experimentada en otros centros docentes, que combina ejes transversales y longitudinales.

Así, el edificio se compone de un cuerpo central alargado a cuyos lados se adosan seis pabellones de cuatro niveles -sótano y dos sobre el bajo-, que quedan separados por zonas ajardinadas aisladas del exterior por pórticos abiertos, con las que se pretendía facilitar la iluminación y proporcionar cierta tranquilidad ambiental. Esta fragmentación volumétrica permite una distribución espacial según un criterio funcional de usos y admite, además, una gran flexibilidad.

Una bóveda de medio cañón traslúcida cierra el corredor del núcleo central y da luz a todas las plantas, al estar perforado por varios patios. En el exterior, de ladrillo visto y carpintería de aluminio coloreado en los vanos, se busca -dentro de la pureza de líneas dominante- una variedad de puntos visuales, combinando zonas porticadas con otras cerradas, vanos rectangulares en distintas disposiciones y ojos de buey, elementos que sobresalen y otros rehundidos, como el pequeño anfiteatro excavado en la fachada oriental.