Locales comerciales y Casa del Estudiante

La convocatoria del concurso para la construcción de la residencia Colegio de Cuenca incluía no solo un conjunto de viviendas para estudiantes, sino también la creación de una serie de locales comerciales. En una meditada solución, los arquitectos Juan Vicente y Pablo Núñez dispusieron estos en forma de “L” en la parte septentrional del solar, ocultando tras su fachada la tapia del centro transformador que anteriormente actuaba como límite del campus.

El edificio se configura como un pórtico-calle cubierta, una solución que se había planteado ya en una parcela próxima al bulevar central definido en el Plan Especial de Reforma Interior del Nuevo Recinto Universitario 85, pero que no llegó a materializarse, al no haber encontrado esta iniciativa suficiente eco en el ámbito empresarial. Los pórticos cumplen un indudable papel práctico, al proporcionar protección en los días de lluvia y, sobre todo, frente al fuerte soleamiento. El pórtico paralelo al paseo Tomás y Valiente se organiza con pilares sencillos de hormigón visto, mientras en el cuerpo orientado al sur hay sobre ellos un segundo nivel de celosías que tamizan la luminosidad en el soportal. Al fondo se abren los locales comerciales, con accesos de servicio a la calle posterior y, cada uno con dos plantas, organizados según un sistema modular que facilita la versatilidad y la compartimentación.

En una parte de este último bloque se instaló después la Casa del Estudiante, inaugurada en julio de 2009. Las obras de adaptación, proyectadas por el Servicio Técnico de la Universidad con un presupuesto de 350.000 euros, permitieron proporcionar espacios de reunión a distintas asociaciones estudiantiles. Algunos locales inmediatos del edificio permanecen vacíos, pero otros acogen diversas actividades comerciales, como cafeterías y tiendas de alimentación o fotocopiadoras y papelerías.