FACULTAD DE DERECHO
Año del proyecto 1991
Arquitecto/s Luis García Gil
Federico Hernández de Goncer
Aitor Goitia Cruz
Procedimiento Primer premio en concurso público
Ejecución. Empresa 1993-1998. Dragados y Construcciones, S. A.
Inauguración 20 de mayo de 1998. Apertura en septiembre de 1996
Superficie construida 18.608,96 m2
Dirección Paseo Francisco Tomás y Valiente, s/n. 37007 Salamanca

Como su gemelo –el edifio F.E.S.–, la Facultad de Derecho tiene forma de prisma rectangular de perfiles nítidos y volúmenes masivos en arenisca de Villamayor. Al este se abren los accesos principales, que rompen con la rotundidad por medio del cerramiento acristalado o muro-cortina, estructura ligera y autoportante que contribuye a un mayor aprovechamiento de la luz. El piso bajo comunica con la primera planta de la Biblioteca Francisco de Vitoria; encima se dispone el área departamental y el decanato. La fachada norte tiene una entrada secundaria, separada de la Avenida de los Maristas por una zona ajardinada limitada por valla vegetal. Este muro –al igual que el sur– se perfora con vanos corridos continuos en aluminio anodizado oscuro, que contrastan con la piedra dorada. La fachada oeste, que se corresponde con el área de aulas, distribuidas en tres niveles, tiene un sistema de ventanaje diferente, de vanos más amplios, concentrados en el centro, entre paramentos de arenisca laterales. En 1996, en la redacción de un modificado, se planteó la creación de una nueva planta –con acceso por la fachada sur– que, además de la cafetería, alojaría el Centro de Proceso de Datos, el Servicio Central de Bibliotecas, una sala de audiovisuales, aulas y archivos.

El interior se articula en torno a un patio, tan habitual en la arquitectura docente como elemento distribuidor e iluminador. Debido a sus proporciones alargadas, está dividido por medio de dos pasarelas sencillas y otra de cuatro niveles, los inferiores abiertos y los superiores acristalados, al igual que los muros internos de las crujías más cortas. Ello facilita una conexión visual continua con el patio y su vegetación. Además, permite la contemplación de las escaleras voladas emplazadas al interior de las crujías cortas, cuyas rampas rompen la retícula ortogonal de los muros acristalados, resultando un conjunto de bello efecto geométrico.