FACULTAD DE ENFERMERÍA Y FISIOTERAPIA
Año del proyecto 1990
Arquitecto/s Emilio Sánchez Gil
Procedimiento Encargo del Ministerio de Educación y Ciencia
Ejecución. Empresa 1991-1992. Empresa Fersa. Trabajos finalizados por Cubiertas MZOV
Presupuesto. Financiación 327.000.000 ptas. (1.969.880€). Universidad de Salamanca (Plan Trienal)
Inauguración 13 de marzo de 1993
Superficie construida 4.280,17 m2
Dirección Calle Donantes de Sangre, s/n. 37007 Salamanca

La creación de la actual Facultad de Enfermería y Fisioterapia respondió a la necesidad de una sede adecuada para la formación de estos profesionales vinculados a la sanidad, al haberse incorporado en 1988 estos últimos estudios a los de Enfermería que se impartían desde 1977. Para su construcción se destinó la manzana M-4, frente al Hospital Clínico próximo a desaparecer.

Teniendo en cuenta el programa de necesidades, el arquitecto Sánchez Gil diseñó un edificio cúbico, con cinco plantas en superficie y dos de sótanos, en el que reinterpreta en lenguaje moderno tanto elementos de la arquitectura clásica como soluciones presentes en antiguos colegios.

Así, en la fachada principal, amplios ventanales verticales separados por pilastras sobre un zócalo ciego sugieren una simplificación de los órdenes tradicionales, un recuerdo que se repite en los flancos de manera menos marcada. Mientras que en la fachada norte, el cuerpo avanzado que cobija las puertas de acceso a modo de pórtico, y la especie de ático entre pronunciadas cornisas situado a sus lados evocan el Colegio de Anaya. También remite a él la escalera imperial en el fondo del amplio vestíbulo, una zona de encuentro que da paso a los espacios más representativos: salón de actos, biblioteca, decanato, secretaría y cafetería.

El hall recibe luz natural a través de un lucernario abierto en la base de un patio central que se desarrolla partir de la primera planta. En torno a él, un corredor iluminado con grandes ventanales horizontales facilita el paso a las diversas dependencias docentes y despachos, que se distribuyen en cada piso.

Tanto en el patio como en las fachadas se emplea la característica piedra de Villamayor, en armonía cromática con el aluminio lacado en mate de la carpintería. El uso de cierres reflectantes proporciona también un agradable y cambiante efecto.