Clínica Odontológica

La licenciatura de Odontología comenzó a impartirse el curso 2001-2002 y en este mismo año se convocó el concurso para construir un edificio que, además de cubrir las necesidades académicas, incluyese una zona de atención clínica a pacientes, en la que los alumnos pudieran completar su formación práctica. Se emplazó frente a la Facultad de Medicina, a la que estaría adscrita y en la que los estudiantes seguirían recibiendo gran parte de la docencia teórica.

Para mitigar la elevada densidad de ocupación del Campus, Sánchez Gil proyectó un inmueble ligeramente rehundido respecto a las rasantes, integrado por un bloque longitudinal escalonado, orientado al paseo de la Universidad de Coímbra, donde colocó el acceso de los pacientes, del que arrancan perpendicularmente tres pabellones separados por patios ajardinados que dibujan una planta en forma de E, integrados por un semisótano –donde se ubican los laboratorios y aulas- y una planta baja, que acoge un amplio espacio de espera y las zonas clínicas.

La entrada de los alumnos se encuentra en el cuerpo inmediato a la avenida Alfonso X el Sabio, que queda suspendido mediante un voladizo de 3,60 m, abriéndose entre éste y el terreno una grieta de 0,75 m que da luz al zaguán. El arquitecto buscó con ello crear un elemento de tensión e inestabilidad que confiriese presencia y personalidad al edificio.

Al exterior, aparenta tener una sola planta de acusada horizontalidad, rota solo en el pabellón septentrional, que se eleva un piso más para acoger los despachos del profesorado. Hay un predominio de la sencillez y pureza de las líneas compositivas, realzadas por la original combinación cromática de hormigón visto y superficies metálicas y el juego de vanos horizontales y verticales que rasgan el muro. En el interior, el aspecto masivo desaparece gracias a la luminosidad de los amplios ventanales abiertos a los patios.