Biología. Edificio Departamental

En 1988 se encargó a Cecilia Bielsa un anteproyecto del complejo de Ciencias Biológicas, que habría de contemplar dos edificios independientes: el departamental y el aulario. Estaría listo en agosto de 1989.

El Edificio Departamental presenta una planta rectangular alargada en dirección norte-sur, con las esquinas de la fachada este redondeadas, que recuerdan el llamado “estilo barco” tan característico del art déco tardío o del temprano racionalismo de los años 30 del siglo XX. En esta misma fachada y con solo una altura, se adosa el animalario, un sencillo prisma cuadrangular con distribución de los espacios en anillo.

El acceso se hace por la fachada oeste, a través de un pórtico. En este nivel se disponen las dependencias comunes de mayor uso (biblioteca, seminarios, laboratorios, conserjería, secretaría, etc.). Desde el vestíbulo acristalado parte la escalera principal, que comunica los cinco niveles del edificio, del semisótano al ático. La superficie de este es más reducida y al exterior queda retranqueado; en él se abre un lucernario longitudinal que proporciona luz a todas las plantas, asomadas a un espacio central abierto que perfora el interior del edificio, en torno al cual se desarrolla el corredor principal que comunica las distintas dependencias departamentales (despachos, laboratorios, etc.). Varios puentes elevados permiten conectar las alas este y oeste.

Las diferencias entre las fachadas oeste y este son notables: nítidas aristas frente a esquinas redondeadas; rotundas ventanas cuadradas alineadas frente a vanos continuos que remarcan las horizontales, acentuadas por las marquesinas, cuyo juego de sombras cumple a la vez una función práctica y estética. Toda la carpintería metálica es de chapa de acero lacada en verde, en contraste con la piedra bateig, de aspecto similar a la arenisca de Villamayor.